Historia de la Iglesia de San Lucas de Colan
La historia reseña que la Iglesia San
Lucas de Colán fue construida sobre un conchal prehispánico, al sur de la
actual población. Se levanta sobre una estructura de roca marina, en todo su
perímetro, cuyo campanario es de madera.
El templo tiene un área total de mil 100 metros cuadrados, su diseño responde al trazo de una iglesia de planta de una sola nave central y dos pasadizos laterales, delimitados pro dos hileras de 20 columnas de madera (algarrobo).
La techumbre es a dos aguas, soportado por un haz de vigas de madera que se suceden en forma de tijerales; el piso es de madera machimbrada. Los estudios arqueológicos realizados en 1987 por Rogger Ravines permitieron concluir que esta estructura se levantó sobre un montículo prehispánico, correspondiente a una parte del asentamiento de la época Chimú-Inca. La primera construcción del templo data de mediados del siglo XVI.
Asimismo, los estudios establecieron que la estructura actual se remonta al siglo XVII, cuya construcción se hizo en dos etapas: de ampliación y de remodelación, una correspondiente al atrio y la otra al altar mayor. En su época de auge, la iglesia presentaba un aspecto particular, destacando un atrio frontal de piedra (laja marina) encalados, una rampa central de 20 metros de largo por la que se accedía desde la plaza al atrio, superando un desnivel de seis metros, al frente una plaza de 10 metros cuadrados en cuyo centro se erguía una cruz sobre una peaña de piedra.
Cuando llegamos, unas mujeres con sus hijas adolescentes alistaban la iglesia para un matrimonio a la usanza piurana. Unas y otras colocaban flores en al costado de las bancas, y a lo largo del piso, desde la puerta de ingreso hasta el altar habían colocado piedras pequeñas como señalización.
RETABLO MAYOR
s la obra de arte mueble de mayor prestancia, de estilo barroco, compuesto de dos cuerpos y tres calles de armoniosa composición estética, impresiona que no obstante los años transcurridos, todavía se aprecie el reluciente pan de oro que recubre su estructura. Es toda una conjunción de policromía viva de rojos, verdes, celestes, rosados, azules.
Estamos al frente de una obra de arte mestizo, donde conjugan las columnas salomónicas que sobresalen del nivel del retablo, volutas, racimos de uvas, hojas de acanto, querubines indianos, talantes, cariátides. Esto remata en una cornisa de dos prominentes volutas, en cuya parte central se aprecia una hornacina.
El tabernáculo, está flanqueado por dos columnas salomónicas, detrás de ellas los talantes policromados, de buena factura y singular postura, cuyas manos señalan la puerta corrediza y giratoria en semicírculo. Esta puerta muestra la talla del escudo nobiliario de la dinastía de los Hasburgo, realeza europea que gobernaba España y sus dominios, entre 1541 a 1700. Este detalle nos lleva a colegir que el templo habría sido edificado para exaltar la memoria de los reyes de España, o también otorgarle una especial categoría a esta iglesia por su antigüedad en el Pacífico Sur.
PATRIMONIO CULTURAL
Esta iglesia fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, gracias a las justificaciones históricas y artísticas, testimonios de su prosapia y del valiosísimo patrimonio artístico mueble que posee y que data del siglo XVI.
Su restauración ocurrió significó un esfuerzo encomiable, pues se encontraba en ruinas, pese a lo cual la población estaba muy identificada con el monumento. En este contexto aparece Pina Zúñiga de Riofrío, estudiosa de las expresiones culturales de la región y muy interesada en el tema cultural, quien organizó un comité pro restauración, cuyos esfuerzos ahora se ven reflejados en el buen estado de conservación del monumento histórico-religioso.
Si vamos a Colán para disfrutar del calor y la playa, no perdamos la oportunidad de entrar a esta iglesia y admirar su belleza artística y arquitectónica que nos ayudarán a comprender su trascendencia histórica
El templo tiene un área total de mil 100 metros cuadrados, su diseño responde al trazo de una iglesia de planta de una sola nave central y dos pasadizos laterales, delimitados pro dos hileras de 20 columnas de madera (algarrobo).
La techumbre es a dos aguas, soportado por un haz de vigas de madera que se suceden en forma de tijerales; el piso es de madera machimbrada. Los estudios arqueológicos realizados en 1987 por Rogger Ravines permitieron concluir que esta estructura se levantó sobre un montículo prehispánico, correspondiente a una parte del asentamiento de la época Chimú-Inca. La primera construcción del templo data de mediados del siglo XVI.
Asimismo, los estudios establecieron que la estructura actual se remonta al siglo XVII, cuya construcción se hizo en dos etapas: de ampliación y de remodelación, una correspondiente al atrio y la otra al altar mayor. En su época de auge, la iglesia presentaba un aspecto particular, destacando un atrio frontal de piedra (laja marina) encalados, una rampa central de 20 metros de largo por la que se accedía desde la plaza al atrio, superando un desnivel de seis metros, al frente una plaza de 10 metros cuadrados en cuyo centro se erguía una cruz sobre una peaña de piedra.
Cuando llegamos, unas mujeres con sus hijas adolescentes alistaban la iglesia para un matrimonio a la usanza piurana. Unas y otras colocaban flores en al costado de las bancas, y a lo largo del piso, desde la puerta de ingreso hasta el altar habían colocado piedras pequeñas como señalización.
RETABLO MAYOR
s la obra de arte mueble de mayor prestancia, de estilo barroco, compuesto de dos cuerpos y tres calles de armoniosa composición estética, impresiona que no obstante los años transcurridos, todavía se aprecie el reluciente pan de oro que recubre su estructura. Es toda una conjunción de policromía viva de rojos, verdes, celestes, rosados, azules.
Estamos al frente de una obra de arte mestizo, donde conjugan las columnas salomónicas que sobresalen del nivel del retablo, volutas, racimos de uvas, hojas de acanto, querubines indianos, talantes, cariátides. Esto remata en una cornisa de dos prominentes volutas, en cuya parte central se aprecia una hornacina.
El tabernáculo, está flanqueado por dos columnas salomónicas, detrás de ellas los talantes policromados, de buena factura y singular postura, cuyas manos señalan la puerta corrediza y giratoria en semicírculo. Esta puerta muestra la talla del escudo nobiliario de la dinastía de los Hasburgo, realeza europea que gobernaba España y sus dominios, entre 1541 a 1700. Este detalle nos lleva a colegir que el templo habría sido edificado para exaltar la memoria de los reyes de España, o también otorgarle una especial categoría a esta iglesia por su antigüedad en el Pacífico Sur.
PATRIMONIO CULTURAL
Esta iglesia fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, gracias a las justificaciones históricas y artísticas, testimonios de su prosapia y del valiosísimo patrimonio artístico mueble que posee y que data del siglo XVI.
Su restauración ocurrió significó un esfuerzo encomiable, pues se encontraba en ruinas, pese a lo cual la población estaba muy identificada con el monumento. En este contexto aparece Pina Zúñiga de Riofrío, estudiosa de las expresiones culturales de la región y muy interesada en el tema cultural, quien organizó un comité pro restauración, cuyos esfuerzos ahora se ven reflejados en el buen estado de conservación del monumento histórico-religioso.
Si vamos a Colán para disfrutar del calor y la playa, no perdamos la oportunidad de entrar a esta iglesia y admirar su belleza artística y arquitectónica que nos ayudarán a comprender su trascendencia histórica
HISTORIA DE LA
COMUNIDAD CAMPESINA
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